Estás aquí

Con el nombre de «Coca»

Tras ser aprobado en el Concejo, la sala asistencial de barrio Fredriksson será bautizada con el nombre de Constancia Coca Gutiérrez de Serrano, la enfermera emblema del lugar.

Tal como lo pidió el proyecto presentado por el ex concejal justicialista Gustavo Altamirano, la sala asistencial de barrio Fredriksson -ubicada en la intersección de Florida y Rafael Obligado- será bautizada con el nombre de Constancia “Coca” Serrano, en homenaje a enfermera que dedicó gran parte de su vida a atender, contener y ayudar a todos los pacientes que pasaron por el efector durante los 27 años en los que prestó servicios.

La propuesta fue presentada hace algunas semanas y recibió el visto bueno de los concejales quienes decidieron -por unanimidad- aprobarlo en el encuentro ordinario que tuvo lugar este lunes a partir de las 10 de la mañana.

“La sala de primeros auxilios médicos desde el año 1982 tuvo como enfermera a la Sra. Constanza Gutiérrez de Serrano “COCA”, una mujer que dedicó gran parte de su vida a atender, contener y ayudar a todos los pacientes que pasaron por la sala de primeros auxilios” explicó el impulsor de la idea quien agregó: “Coca como la conocían todos en el Barrio Fredriksson trabajo 27 años al servicio de los que menos tienen fue enfermera, psicóloga, asistente social, madre, padre pero fundamentalmente fue un ser excepcional. Dejó esta vida en 2009 y no fue un día cualquiera si no que fue el Día Nacional de la Solidaridad”.

“Sería un reconocido homenaje a una persona que dejó gran parte de su vida, su tiempo, profesionalismo y solidaridad imponer su nombre a la sala” insistió.

“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay otros que luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay quienes luchan toda la vida, esos son imprescindibles”.Se fue una mujer imprescindible. Irremplazable. Una mujer que dio la vida por los que menos tienen. Una persona que se acordó de los que nadie se acuerda. Un ser humano que se ocupó de los que muy pocos se ocupan. Se fue “La Coca” Serrano. No partió un día cualquiera. Para ella “El Barba” tenía algo especial, algo que tiene reservado para la gente importante, esa gente que no puede irse cualquier día. Por eso se fue el Día de la Solidaridad.
Qué otro día iba a irse, si ella fue solidaridad en movimiento. Fue amor, entrega y dignidad. Qué otro día se iba a ir la mujer que fue voz de los silenciados, compañera de los olvidados y remedio de los enfermos. Siempre dijo que “solidaridad no es dar lo que sobra sino compartir lo que se tiene”. Por eso compartió su vida con todo un barrio, con su barrio: Fredriksson. Allí trabajó junto a los más humildes y les enseñó que la pobreza es digna cuando se la enfrenta con trabajo y sin mendigar. Durante 27 años, fue la enfermera de la sala asistencial de Fredriksson. Pero fue más que eso. Fue el corazón de un dispensario de puertas abiertas que siempre trató a cada vecino con respeto y afecto. Fue su lugar en el mundo. Un lugar compartido. Había nacido en un hogar de gente humilde y trabajadora donde le enseñaron a compartir lo poco que tenían. Cuando apenas era una adolescente su padre adquirió una severa enfermedad que demandaba la permanente atención de una enfermera, como su familia no podía afrontar ese gasto aprendió el oficio. En 1982 empezó a trabajar en “la salita” del barrio. En sus últimos años, por problemas de salud, varias veces debió ausentarse. Sin embargo, siempre volvió. Cómo no volver, si era su casa. Hace unos días, “El Barba” decidió que estaba bien, que ya había dado mucho y debía descansar. Sin embargo, personas como “La Coca” nunca se van. Permanecen en la memoria y el corazón de quienes han aprendido –mediante su ejemplo- que “lo esencial es invisible a los ojos”. (Escrito por Mariano Carreras y publicado en El Correo de Firmat 1/9/2009)

Te gustó? Compartilo!
Redaccion
Redacción de Firmat24
Top