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Lejos de un acuerdo

Vecinos de la zona del cruce de rutas 33 y 93 se reunieron con los concejales para debatir sobre el proyecto que pretende instalar allí una zona de cerealeras y desarrollo económico.

En el encuentro -que tuvo lugar el último lunes 23, en la sala de sesiones “Alejandro Real”- los vecinos dejaron en claro su firme oposición al proyecto que impulsa el Ejecutivo.

Entre otros argumentos, manifestaron que la zona estaría libre de contaminación y que las 500 hectáreas que se quieren afectar son 100% productivas para explotación agrícola. Además, insistieron en que en algunos campos viven familias y que la cantidad de hectáreas a destinar para la zona de desarrollo es excesiva.

No obstante, los asistentes consideraron la reunión como “productiva” ya que pudieron dar a conocer las razones de su oposición.

Ahora, los vecinos analizarán la iniciativa y próximamente volverán al recinto para seguir lel debate.

El proyecto de ordenanza -que hace unos meses fue presentado nuevamente por el bloque de concejales del Frente Progresista, tras perder estado parlamentario- consta de diez artículos en los que se establece, entre otras cuestiones, la prohibición de radicar nuevas viviendas en un radio de 500 metros.

Según explicaron, la iniciativa surgió por “la necesidad de determinar especialmente zonas propicias para instalación de cerealeras y desarrollo económico (actividades comerciales, industriales y de servicios) local y regional; y considerando que se hace necesario establecer la planificación, procedimientos, especificaciones y requisitos necesarios a actividades comerciales, industriales y de servicios; que una efectiva estrategia tendiente a la promoción de la producción, no sólo requiere de medidas políticas que alienten su radicación sino además, propiciarse la conformación y oferta de espacios cuya ubicación y características favorezcan su desarrollo y que la determinación de zonas para uso industrial puede provocar un impacto tal que debe tenerse en cuenta en la conformación de la estructura urbanizada a la que puede afectar por el nuevo uso y lograr un proyecto urbano y territorial”.

De acuerdo a la ley Nº 11717 de Medio ambiente y desarrollo sustentable, se tendrá especial cuidado en la preservación, conservación y recuperación del medio ambiente en la zona establecida para la radicación de industrias y su impacto en las áreas circundantes para evitar conflictos futuros en la población” aclararon.

Otro de los puntos que menciona el proyecto hace referencia a la obligatoriedad de realizar estudios de impacto ambiental a quienes estén interesados en radicar una empresa categorizada como 2 y 3 (las que más impacto generan por su producción, volúmenes, efluentes, etc)

En este sentido, la normativa propuesta planeta: “se prohíbe el inicio en cualquiera de sus etapas a toda aquella actividad que sea categorizada como Nº2 o Nº3, de mediano o alto impacto ambiental respectivamente, según lo establece el Decreto Reglamentario Nº 101/03 de la Provincia de Santa Fe, hasta tanto no cuenten con el estudio de impacto ambiental aprobado por la autoridad de aplicación provincial”.

Las empresas que en la zona se radiquen deberán dar cumplimiento a toda normativa legal vigente en materia de higiene y seguridad industrial, medio ambiente y en particular con la actividad tanto sea en el orden nacional, provincial y municipal por lo que no se permitirá el establecimiento de industrias que en su proceso productivo no respeten estas condiciones. El Ejecutivo municipal queda facultado para realizar cualquier tipo de consulta a los organismos provinciales con competencia ante la radicación de actividades que pudiesen resultar conflictivas para la zona y/o su entorno inmediato” agrega.

Fotos: Lisandro Carrobé.

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