A través de un comunicado, la Secretaría General del Partido Justicialista de Firmat responde a una carta difundida días atrás por el ex intendente Torres

«El Gobierno Nacional desde 2003 se ha propuesto que el Estado debe tener presencia territorial, a la par de la gente, con una participación activa y eso es lo que viene realizando hasta la fecha.

Los Programas del Estado Nacional del Ministerio de Trabajo de la Nación con las capacitaciones que se brindan a través de la Agencia de Empleo, El Plan Joven para jóvenes de 18 a 24 años que tengan el secundario incompleto, entrega de netbooks, fondos para la primera etapa del albañal, viviendas, Aportes No Reintegrables para el Área Industrial provenientes del Ministerio de Industria de la Nación, los operativos de Monotributo Social del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Operativos del ANSES, Aportes REPRO para sostener el empleo en la ciudad,fondos para microcréditos, son entre muchos otros beneficios del Estado Nacional.

Todos los fondos provenientes del Estado Nacional que llegan a Firmat y de los cuales muchas veces la gente no toma conocimiento, se debe a que el municipio no realiza una correcta difusión.

El Gobierno Nacional ha garantizado que el gas de garrafa tenga un precio de $ 16 por garrafa de 10 kg. con el fin de subsidiar el gas envasado ,garantizando igualdad con aquellos que se hallan subsidiados en el costo del gas natural.

Asimismo se realizan operativos de ANSES en aquellas comunidades que aún no tienen una Agencia.

Estas gestiones pueden ser realizadas por los Municipios y por cualquier organización social o política que –preocupada por las demandas de los vecinos- los soliciten.

Muchas ciudades y localidades de la zona se interesan y gestionan esos beneficios que se puede traer para los vecinos.

Vemos con sorpresa a Carlos Torres en su carácter de ex intendente protestando por los beneficios que llegan a los firmatenses y que él no se encargó nunca de gestionar.

No existe antecedente alguno de que la gestión Torres o Maximino hayan solicitado las garrafas sociales, ni siquiera el año pasado cuando algunos vecinos llegaron a pagarlas en épocas invernales a $ 60 la garrafa de 10 kg.

Tampoco Torres ha gestionado una Oficina de Anses para la ciudad, habiendo gobernado doce años ininterrumpidos.

Pero no solo nunca los ha solicitado sino que además critica a las agrupaciones políticas y sociales que obtienen beneficios para la ciudad.

Las garrafas sociales, los operativos del Anses y todos los beneficios del Estado Nacional llegan para todos, no se le pregunta a nadie la pertenencia partidaria para que accedan a los mismos, por eso coincidimos con usted en que no se deben utilizar los recursos del Estado con fines partidarios, y rechazamos el reparto de leña del Estado Municipal que se realizó el año pasado en el rastrojero privado del candidato testimonial Garziera, quien sorprendentemente en este año no electoral olvidó que los vecinos seguían teniendo necesidades.

La militancia del peronismo, en sus más variadas expresiones está trabajando con compañeras y compañeros, en especial jóvenes con compromiso social, garantizando que los beneficios lleguen a la ciudad de Firmat, realizando una tarea con la alegría que solo otorga la militancia y que claramente no es la de aquellos dirigentes que solo necesitan cobrar un sueldo para hacer algo por su comunidad.

No hemos visto militancia del Frente Progresista dejando su tiempo en beneficio de los vecinos, tampoco vemos presencia en el territorio de los funcionarios municipales, quienes debieran representarnos a todos y estar gestionando.

Respecto de ese infame comentario de las netbooks y los “contenidos políticos partidarios”, no constituye más que un comentario malintencionado propio de quienes degradan la política pese a ser funcionarios desde hace más de doce años.

La política no es cobrar un sueldo de funcionario Sr. Ex Intendente, la política es compromiso, entrega, dedicación, vocación de servicio.

Podemos entender que usted, que vino a la política solo cuando se postuló a intendente, no comprenda la pasión que mueve a nuestros militantes para trabajar desinteresadamente por los vecinos, lo que no podemos entender es cómo se puede desvirtuar alegremente el trabajo de los demás cuando todavía no ha podido justificar en Firmat el sueldo que cobra desde diciembre a nivel provincial, ya que hasta la fecha nada ha hecho por la salud de la ciudad.

Lo invitamos Sr. ex intendente a ver una netbook o a asistir a un operativo de Anses o la entrega de Garrafas Sociales, no solo para que se cerciore de la transparencia con que se llevan a cabo, sino también para que aprenda el sentido de la militancia de quienes están supliendo una tarea que debiera ser del estado municipal.

Como usted, Sr. ex intendente, durante doce años no lo gestionó, hoy unidos y organizados lo hacemos nosotros».

Secretaría General del Partido Justicialista de Firmat.

«Una peligrosa confusión», por Carlos Torres (ex intendente de Firmat)

«Es claramente una verdad de perogrullo afirmar que es el Gobierno nacional a través de sus funcionarios, quien debe planificar y llevar adelante las políticas en ese nivel del Estado. Ese gobierno, elegido democráticamente por una mayoría, representa a todos los argentinos.

No sucede lo mismo con el partido del gobierno, que no es el partido de todos, sino sólo el de una parte de los ciudadanos del país.

Estas básicas afirmaciones que impresionan como elementales, están hoy siendo puestas en duda por el accionar de un gobierno, que con su proceder y el de sus militantes partidarios, desdibuja los roles haciendo que todos ellos se parezcan en una original mixtura de funcionarios y adeptos, que no solo esmerila los límites y las competencias de cada uno, sino que además evidencia un manejo, por lo menos desprolijo de los recursos del Estado.

Observar por ejemplo, a las agrupaciones políticas oficialistas (Movimiento Evita, Kolina, etc.), vendiendo las garrafas sociales del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, genera algunos interrogantes más allá de las probables buenas intenciones. ¿quién controla ese dinero? ¿cómo se distribuyen en las distintas ciudades? ¿pueden las agrupaciones de otros partidos hacer lo mismo?

Algo similar sucede con Anses, organismo nacional que realiza ”operativos” sociales en las unidades básicas partidarias, en lugar de hacerlo en los entes oficiales que atienden esa problemática.

¿Por qué los “talleres” en escuelas y jardines de infantes los intenta realizar “La Cámpora” en lugar de hacerlo el Ministerio de Educación de la Nación, violando, además, las leyes que lo prohiben?

Estas singulares formas de aplicar las políticas nacionales se reiteran con tanta frecuencia, que pareciera que se naturalizaron en la gente, la que de a poco, se ha convertido en un simple espectador asombrado y sometido a nuevas reglas de juego.

¿Deberemos también aceptar que los jóvenes que utilizan netbooks, reciban ahora del gobierno contenidos político-partidarios?

Los recursos económicos del Estado, son también de los que no pertenecen al partido del gobierno, son también de los que no comparten sus ideas, por lo que creemos que tampoco son éstos, merecedores de la reiterada descalificación que, a diario, escuchamos por la televisión pública. Esos mismos recursos, que deberían distribuirse además en forma equilibrada, son hoy orientados sin dudas hacia los “amigos” del partido y del Gobierno, en pautas publicitarias, subsidios, ayudas financieras y obra pública.

Las herramientas insustituibles de la democracia son los partidos políticos. Sin ellos no hay democracia, por lo que es imprescindible fortalecerlos y renovarlos. Estas prácticas distorsivas y poco serias del Gobierno nacional, en nada colaboran con ese objetivo.

Seguramente no es de esa forma como los jóvenes se involucrarán en la vida política, aunque tengan la posibilidad de votar a partir de los 16 años. Si observan a los máximos dirigentes avasallar las instituciones o utilizar los recursos públicos para beneficio de su partido, creerán que nada es imposible y que en política no hay límites, no hay control y menos aún sanciones. Sería bueno que el Gobierno nacional, que ha hecho bien otras cosas, no produzca con sus decisiones esta peligrosa confusión».