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Peligro: agroquímicos

El uso de agroquimicos, su peligrosidad hacia la vida y la poca legislación al respecto ponen en riesgo nuestra salud día a día.

El boom de la soja en la Argentina, el principal producto de exportación del país, está relacionado con el uso de semillas transgénicas. La mala aplicación de herbicidas y pesticidas trae consecuencias sobre algunos sectores de la población rural. El viento arrastra los tóxicos, que quedan esparcidos en escuelas y viviendas al tiempo que han contaminado fuentes de agua. Los peones del campo manipulan las sustancias sin el equipo protector necesario y la gente almacena agua en contenedores de pesticidas que deberían haber sido destruidos. Ahora los médicos advierten que el uso descontrolado de pesticidas puede ser la causa de crecientes problemas de salud que vienen experimentando los 12 millones de personas que viven en la vasta región agrícola de Argentina. En Santa Fe, las tasas de cáncer son entre dos y cuatro veces más altas que el promedio nacional. En el Chaco, los defectos de nacimiento se cuadruplicaron desde que el uso de esta biotecnología aplicada al campo se disparara hace 17 años.

Ricardo Escola, médico firmatense y estudioso de la peligrosidad de los agroquímicos en nuestras vidas, hizo referencia a algunos aspectos a considerar sobre el mal uso, y el poco control de estas sustancias tan dañinas para nuestra salud.

“Los agroquímicos tienen gran actividad agresiva e injerencia en lo que es biológico. En la mujer precisamente puede influenciar en el embarazo, lo que nosotros no lo hemos podido comprobar, pero tal es así que hace unos años salió una nota en un semanario de la ciudad debido a la cantidad de abortos espontáneos, embarazos que se detenían entre las 8 y 10 semanas aproximadamente, lo cual resultaba muy llamativo, tan llamativo que hasta con los 4 o 5 tocoginecólogos que hay en Firmat no podíamos estar seguros si ese embarazo iba a seguir porque de las 8 a 10 semanas los embarazos se detenían. Era la época en donde se hablaba del arsénico en el agua y las primeras apariciones de este herbicida tan importante (el glifosato) se comenzaba a usar y desde ese entonces no hay controles en la manera que se usa. Hoy día la Organización Mundial de la Salud ha declarado a este agroquímico como cancerígeno, y aparte de cancerígeno es anti biológico. Hay veces que para explicarse cosas no hace falta ser muy científico o esperar que un científico de alto nivel compruebe cosas”, explicó el médico sobre los recurrentes casos de abortos en la ciudad y la injerencia de los químicos.

“Está demostrado con un trabajo realizado por científicos franceses que los agroquímicos matan directamente a peces y batracios. Por eso después de fumigar un campo si pronto ocurría una lluvia, el lavado de ese campo dejaba a la vista a las especies muertas a raíz de el uso indiscriminado y desregularizado de químicos. Nosotros no podemos decir que haya un trabajo científico acerca de esos abortos espontáneos, pero nos da que pensar” aseveró Escola.

“Algunos entendidos en el tema nos aseguran que los insecticidas que se usan son aún peores que los herbicidas. Nosotros sí tenemos estudios sobre el palation y el malation, órganos fosforados, viejos estudios de los banderilleros de aviones fumigadores quienes eran intoxicados porque los fumigaban a ellos también. Lamentablemente, tenemos que ver en provincias donde se está extendiendo la santa soja que está llenando de dinero a las grandes empresas multinacionales, se fumiga en grandes espacios donde hay escuelas o habita gente, y no hay nada, absolutamente nada que lo regularice. Con el trabajo que realizamos con el Observatorio de Salud hemos demostrado el mal manejo que existe de los herbicidas, existían depósitos dentro de la ciudad, nadie manejaba las dosis. En medicina no existe la bala terapéutica, no existe un medicamento que no tenga efectos colaterales, lo mismo sucede con los agroquímicos”, agregó el médico.

“Somos muy hipócritas nosotros, estoy seguro de que si ponemos a quienes utilizan estos venenos frente a una cámara de televisión se golpearían el pecho diciendo “no, yo no uso”, pero la realidad demuestra que sí saben y tienen conocimiento de lo que hacen. Si sabemos que le hace mal a una planta, cómo no nos va a hacer mal a nosotros también, si somos todos entes biológicos. ¿Qué es lo que se puede hacer? Seguir con esta difusión, pero son las autoridades las que tienen que poner voluntad, tener mayor control y ejecutividad. Estando el interés económico, la hipocresía, sirve que haya difusión, que alguien lo diga y que otro lo lea, que nadie se haga el distraído que no se enteró. Ahora la Organización de la Salud sale diciendo que los agroquímicos son cancerígenos cuando nosotros hace 10 años que venimos insistiendo” finalizó.

Fuente: Iván Crespo.

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Redaccion
Redacción de Firmat24
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