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Un brindis por los clubes

Un nuevo año comienza y las esperanzas se renuevan para los equipos de la ciudad. El deseo de mejorar lo hecho en 2015 fue el pedido de cada hincha a la hora de brindar.

Siempre que el reloj marca la hora cero del primer día del año el ritual toma el centro de la escena. Las copas sobrevuelan los aires de todas las casas. El choque de unas con otras crea una melodía única, apreciable solamente cada vez que un nuevo año comienza a desandarse. El reparto de saludos y abrazos toma protagonismo a medida que los minutos pasan. El ritual llega a su fin con el deseo único que se repite como eco en cada reunión: que el año que comienza sea mejor que el que se fue.

Los buenos augurios de todos los familiares y conocidos sirven como fuente de energía positiva para arrancar el año con la esperanza de progresar, con el deseo de cumplir nuevos sueños, con la alegría de encarar nuevos proyectos. Todo sucede en cuestión de horas. El año empieza a tomar forma una vez que la reunión familiar llegó a su fin. La realidad sale a la luz y se hace visible nuevamente como un llamado de atención. El mensaje es claro: la vida continúa, no derrochar el tiempo es la principal premisa.

Los clubes de fútbol también pregonan tener un año deportivo mejor que el que pasó. No conformarse con los laureles conseguidos hasta el momento es una ley establecida tan antigua como las competiciones mismas. Los dirigentes a cargo de las instituciones son conscientes que el deporte es una parte importante en la vida de los ciudadanos, y que muchas veces un resultado de un encuentro llega a influir en el estado de ánimo de las personas. Es por eso que trabajan a destajo desde las primeras horas del año a fin de conseguir a fin de temporada los objetivos planteados.

En la ciudad, Firmat puso primera y cerró rápidamente la contratación como entrenador de un viejo conocido de la casa: Abel Scampino tendrá su primera experiencia como director técnico y será en el club que lo vio campeón dentro del terreno de juego en la temporada 2012. Estará acompañado de Sergio Montiel, ex compañero de equipo, y Guillermo ‘Cache’ Distéfano, otro viejo conocido de la casa, quien se hará cargo de la reserva.

Esta vez, la dirigencia resignó la experiencia que podía llegar a tener cualquier otro entrenador y apostó por darle la oportunidad a viejas glorias del club. El desafío de Scampino y su gente no será para nada fácil: volver a poner a Firmat entre los ocho mejores luego de tres años. Sin embargo, las ganas de trabajar y el conocimiento de la mayoría de los jugadores pueden ser buenos alicientes para encarar la temporada con optimismo.

Argentino estuvo más paciente que otros años, se tomó más tiempo de lo habitual y finalmente terminó por confirmar la continuidad de Alcides Merlo como técnico del primer equipo. El 2015 de Merlo al frente de la institución albiceleste tuvo resultados contradictorios: una fase regular excelente, siendo el mejor de todos, ganando la Copa Pichino Salvatori, y una eliminación temprana en cuartos de final cuando era el gran candidato a quedarse con el título.

El balance en cuanto a resultados partido a partido dio un saldo positivo a favor del entrenador como para tener el aval de la continuidad. Pero el coeficiente final fue desfavorable en relación con el objetivo planteado y con las expectativas creadas. Los dirigentes vieron con buenos ojos el trabajo realizado y tomaron la determinación de continuar con el proyecto un año más. Merlo tendrá la obligación de superar lo hecho el año anterior.

En aquel primero de enero cuando las agujas de los relojes marcaron los primeros momentos del 2016, el deseo de ver triunfar a los clubes tuvo su espacio en cada pedido personal; porque para un hincha, el club ocupa una parte muy importante de su vida.

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