
El 18 de febrero de 1998 Irina Montoya y María Dolores Sanchez aparecían asesinadas en un camino de Guaminí, a 60 kilómetros de Bahía Blanca. El hecho tomó repercusión nacional.
El 23 de febrero, cinco días mas tarde, fue detenido Eduardo Fermin Elicabe en Bahia Blanca, quien según testimonios de la policia, confesó el crimen. Fueron encontradas las cámaras de fotos de las chicas en su casa.
El abogado de la familia Cabezas, Alejandro Vecchi tomó la representación legal en la defensa de la familia Montoya y su participación fue crucial para el esclarecimiento del caso.
Las balas coincicían con la pistola de Elicabe, custodio, y el semen que encontraron en el cuerpo de las chicas confirmó que las violó previamente al asesinato. Su coincidencia en los estudios de ADN fue del 99,87%.
En abril dictaron la prisión preventiva a Elicabe y años mas tarde lo sentenciaron a cadena perpetua. Su mujer, embarazada al momento del hecho le negó el apellido de su hijo, que llevó el de ella misma, Gomez.
Sin embargo, pese a la condena, el asesino de Irina Montoya y Dolores Sanchez fue beneficiado con el 2 x 1 y en el 2011 quedó en libertad. Según el diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca se dedicó a ser marinero y alterna su vida entre Comodoro Rivadavia y Ushuaia.
Pese a la desicion de la justicia, en Chañar Ladeado hay murales que recuerdan por siempre a Irina Montoya, y aqui están las pruebas de cada paso de la investigación periodistica que ayudó a esclarecer el terrible hecho.
Tal como dice el mural Irina es un «símbolo de lucha» para que un hecho aberrante como éste nunca mas vuelva a ocurrir. Verdad y memoria, para que haya justicia.
Fuente: Radio On