Nahuel Borri participó del Mundial de Taekwondo en Inglaterra, y habla sobre las vivencias que trajo de su particular experiencia en el viejo continente. 

Nahuel se fue de Firmat el lunes 1 de octubre con muchísimas muestras de afectos, de felicidad, de solidaridad y de cariño. Actitudes impagables y que seguramente quedaran en su memoria para siempre. Pero la vida a veces, pone piedras en el camino que sólo el destino y el futuro pueden descifrar de una manera más concreta.

«Cuando salí de Ezeiza, todo estaba muy raro con respecto a mis acompañantes (el entrenador y una taekwondista), ya que no me hablaban. Y al llegar a Inglaterra me revisaron de pies a cabeza sólo a mí !!! Me instalé en un hotel en Brighton, y casi me deshidrato en esos dos días para llegar bien al pesaje del Torneo«.

El jueves finalmente fue el día más esperado por Nahuel en el año, pero las sorpresas y los malos tragos iban a seguir.

«Cuando llego al estadio, empiezo a observar las peleas, y veo mucha falta de conceptos y técnicas a la hora de pelear; eran 2 o 3 patadas y se agarraban a las trompadas enseguida . Y encima los argentinos iban quedando todos afuera cuando había muchos candidatos, aunque a mí me parecía que ganaban claramente los combates«.

«Me tocó pelear con un finés mucho mas alto que yo, y la verdad estaba muy nervioso, pero cuando pisé el área se me fueron los nervios y me tranquilicé. Aplique todo lo que había aprendido en el año y me salió todo perfecto. Pero mi couch improvisado me decía que iba perdiendo, y yo más me apuraba entonces a pegar. Cuando terminó la pelea, me la dan por perdida y me fuí enojadísimo ya que creía que la había ganado bien. Pasa que hay un reglamento americano y uno europeo, y a nosotros nos habían dicho que íbamos a pelear con el americano, pero resulta que no fue así. Los dos reglamentos tienen dos formas muy distintas de pelear, por eso perdí. Me dio mucha bronca perder por no saber el reglamento, si perdía de otra manera no me hubiera hecho tanto problema«.

«Muchos países incluyendo a Argentina no sabían de este cambio de modalidad. A pesar de los problemas y la mala experiencia que tuve en la pelea, yo me siento muy tranquilo por el nivel que tuve. Al campeón (de Rusia) y al subcampeón (de Jamaica) no les ganaba nunca, pero del tercero para abajo calculo que estaba para pelearle a cualquiera. Me faltaría descubrir como ganarles, porque los dos son muy fuertes e inteligentes y tienen una intensidad física que no puede soportarse mas de un minuto. Yo fui con miedo de no saber donde estaba parado y ahora se que estoy a un buen nivel, y además crecí mucho en los últimos dos meses de entrenamiento«.

«En el estadio había 12 tatamis, tenía unas plateas gigantes con una pantalla enorme donde se iban viendo las distintas peleas y lleno cabían unas 5000 personas. ¿Los mejores? En hombres los rusos fueron los dominadores y en mujeres las polacas y neozelandesas. El año que viene es el mundial en España y quiero ir sí o sí, y el lunes ya empecé de nuevo a entrenar«.

«Después me desconsolé comiendo en restoranes chinos, hindúes, tailandeses e italianos porque la comida inglesa es horrible (todo frito) ya que hacía  8 meses que venia haciendo dieta y teniendo entrenamientos durísimos«.

Sobre el país en el que vivió una semana, nos dejó sus impresiones. «Tienen una organización social y de seguridad impresionante, cada dos postes de luz veía una cámara. La gente es muy respetuosa y habla bajito. Pero a partir de las 9 de la noche en adelante no me gustó nada, ahí los ingleses salen de trabajar y se van a los bares a emborrachar, y después muchos quedan tirados en la calle y son muy violentos (un taekwondista español amigo sufrió una agresión en la cual casi va preso Nahuel por no entenderse hablando con un policía). Pero no tienen ningún problema con los extranjeros, y no existe bronca hacia los argentinos».

Pero la odisea no había terminado aún. «Encima después de perder, al día siguiente pierdo la billetera con 500 libras en Londres, y me quería morir. Fui a buscar enseguida ayuda a la Embajada y no trabajaban porque era feriado en Argentina. Y para completarla, al día siguiente me mandan de Brighton hasta el aeropuerto de Heathrow en Londres por un camino incorrecto, y llegué 5 minutos tarde al check-in del avión que me traía de vuelta, y perdí el vuelo«. Cartón lleno.

«Al día siguiente, me cambian el vuelo pero tenía que pagar encima una multa, que era mayor a la plata que me había quedado!!! Yo estaba desesperado, pero por suerte me contactaron que un español que vivía en Inglaterra, que me ayudó al igual que unos turistas brasileños que me dieron una mano, y pude finalmente volver«.

Travesías inesperadas. Experiencias inolvidables. De un chico de veinte años, que cumplió a pesar de todas las dificultades su sueño. Ese sueño que muchos persiguen, y pocos se animan a enfrentar.