
La niebla es uno de los factores climáticos más riesgosos ya que disminuye dramáticamente la visibilidad y requiere del conductor una extrema atención y dominio de la situación antes de ingresar a un banco de niebla y mientras se transita dentro de él.
En el caso de que sea inevitable la conducción en presencia de niebla, se recomienda encender siempre las luces bajas y las luces antiniebla; no usar luces altas ya que puede encandilar a otros conductores o generar un efecto de espejo y acortar el campo visual; por lo tanto hay que reducir la velocidad al ingresar a un banco de niebla pero no de manera brusca sino en forma paulatina y aumentar la distancia con el vehículo de adelante.
Asimismo, se recomienda no encender las balizas, estas sólo deben ser usadas en el caso de la detención del vehículo en la banquina. Un automóvil con balizas en la ruta significa «detenido», pudiendo ocasionar siniestros para conductores que no prevén su movimiento.
En tanto, debe detenerse sólo si se dispone de una zona segura; si se ven dos “V” invertidas, se recomienda no superar los 60 km. y si se percibe una sola “V”, no se deben sobrepasar los 40 km; evitar los adelantamientos; mantener limpios los parabrisas; y revisar el buen funcionamiento de los frenos.
Por último, la Agencia de Seguridad Vial precisó que “ante condiciones climáticas adversas sólo el conductor posee las claves para contrarrestarlo: buen funcionamiento del vehículo, buena visibilidad, velocidad moderada y mucha precaución”.