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«Entre luces y sombras»

La escritora y psicóloga Mariela Giménez presentó su cuarto libro. Fue en un evento que tuvo lugar este fin de semana en la galería Paseo del Sol.

Tras vivir diez años en Córdoba, en 2010, la escritora y psicóloga Mariela Giménez decidió radicarse en Firmat, ciudad en la que habitan sus padres, hermana y demás familiares.

Trajo consigo la publicación de “Azabache, el color de la pasión”; “Esmeralda, el color de la obsesión”; y “Ámbar, el color de la mentira”, una trilogía romántica que publicó en la provincia mediterránea y que alcanzó un gran éxito entre los lectores.

El pasado fin de semana,  en un evento que tuvo lugar en la galería Paseo del Sol, la joven presentó su cuarto libro, “Entre luces y sombras”.

En diálogo con Firmat24, Giménez se refirió a su libro. “Tiene muchas variaciones respecto de mis libros anteriores. Primero, no es una trilogía. Es un libro con comienzo y final en una sola entrega y el contenido es diferente. La trilogía fue una novela romántica y contemporánea y ésta, si bien también tiene como base el romance y está escrita en este tiempo, tiene como condimento un contexto sobrenatural” contó y amplió: “recien empiezo en este camino literario y no quiero encasillarme como escritora. No quiero que los lectores me identifiquen con un solo género y entonces, como para mí escribir es casi lúdico, me animé y le apliqué un fondo sobrenatural pero en sí es una historia romántica”.

“Son dos mundos contrapuestos. Juego con dos personajes fuertes y muy diferentes. La protagonista femenina es una persona como cualquier otra, que se muda y está intentando buscar su camino y en esa búsqueda se encuentra con un personaje muy diferente, con una existencia armada y que le aporta la parte sobrenatural. Se trata de un ser que, por las decisiones que tomó en el pasado, le toca vivir una existencia de condena”.

“Decidí ficcionar a Mefistófeles, que es un personaje que ha estado bastante desarrollado en Fausto pero me pareció interesante darle un toque diferente y pensar cómo sería, por ejemplo, si los ángeles caídos caminaran entre nosotros. En ese juego hay otros personajes históricos y de ficción” adelantó destacó: “si bien tiene ese contexto, subrayé la humanidad que se le puede dar a ese tipo de personajes por lo que utilice muchos clichés humanos para dotarlos de cotidianidad. Quise rescatar lo mágico que puede haber en lo humano y en realidad ahí está la fortaleza de cada uno”.

Fotos: Iván Crespo.

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