La agrupación Paren de Fumigar denunció tres situaciones vividas en la última semana, una de ella en la ciudad de Firmat, el pasado miércoles 3.
Los legisladores tienen la palabra
«Apenas comenzado el ciclo de fumigaciones para la campaña 2012/13 se registraron en menos de diez días tres denuncias penales contra fumigaciones de diversa índole, en algunos casos causando intoxicaciones, sin perjuicio de los efectos a largo plazo que no pueden cuantificarse inmediatamente de los cuales dan cuenta infinidad de advertencias cientìficas de todo el mundo, incluso de nuestro paìs y de nuestra provincia.
El día 26 de septiembre vecinos de la ciudad de Sastre detectaron la presencia de un avión fumigador realizando maniobras de fumigacion en cercanìas de la zona noreste de la ciudad, sin autorización municipal, segùn confirmaron. La determinación de la distancia es imposible, sin embargo se estima que pudo haber sobrevolado entre 200 y 500 metros de zona habitada. Hubieron muchos llamados a la radio local alertando sobre el hecho. Vecinos realizaron la denuncia penal por presunta violación a normativas legales, entre otras, la ley 24.051 de Residuos Peligrosos (jurisprudencia «Ituzaingó»). Ese dìa soplaba un fortìsimo viento precisamente del noreste. No obstante la actividad continuó hasta su culminación, por obvias razones: no hay modo de detener una fumigación aérea. Una concejal indicò que sin motivo aparente su hija comenzó con vómitos y descompostura general, atribuyéndolo a un irritante externo, presuntamente los productos (desconocidos) que se estaban esparciendo por el aire. No hubo recopilaciòn de datos oficiales hasta el momento respecto de intoxicados. La denuncia sigue su trámite.
El dìa 29 de septiembre vecinos de Totoras denunciaron la realizaciòn de fumigaciones cercanas a la zona urbana que afectaron en forma aguda a cinco personas habitantes de zona cercana al campo fumigado (una madre y sus cuatro hijos menores). Algunos vecinos intentaron detener el paso del mosquito con sus manos o interponiendo su cuerpo. El municipio de Totoras indicó que la fumigaciòn habìa sido «autorizada». Se desconocen los productos utilizados. Tras alguna resistencia a recibir la denuncia , finalmente la policìa formalizó la denuncia para que sea investigada, también con los alcances de la ley 24.051 de Residuos Peligrosos (jurisprudencia Ituzaingò).
El dia 03 de octubre vecinos de Firmat detectaron un vehìculo terrestre tipo «mosquito» realizando fumigaciones en cercanías de zona urbana, que produjo la intoxicación de al menos 6 personas, tres de ellos menores. Algunos vecinos intentaron detener el avance de la máquina con sus manos e interponiendo su cuerpo al paso de la misma. Se realizaron denuncias peronales al Secretario de Producción Municipal en su oficina, a concejales que se hallaban en el recinto y vía telefónica, al Dr. Fonseca de Sanidad Vegetal de la Pcia de Santa Fe, las denuncias verbales están siendo tramitadas por escrito, se solicitaba la detención de la fumigación al lado de las viviendas familiares. Sólo la intervención de la policía logró que se detuviera. Se realizó denuncia policial que sigue su trámite.
Queremos dejar presente que los hechos denunciados, que son apenas una muestra de muchos otros que se suceden cotidianamente y que o bien son admitidos resignadamente por la sufrida población o no son registrados por las fuerzas policiales «por no ser de su compentencia», tal como alegan en algunas comisarías -revelando una inexcusable ignorancia del derecho- no hacen sino reafirmar la urgente necesidad de una ley que ponga límites razonables a este genocidio en curso, que antes de matar de cáncer, provocará batallas campales, tal como hemos venido advirtiendo en anteriores comunicados, regresándonos a la barbarie. La escalada de la resistencia del pueblo contra el ataque de una minoría que pretende adueñarse también de su vida crece diariamente bajo la pasiva mirada de quienes han sido electos para defender el interés general, poniendo en riesgo irresponsablemente las mismas bases de convivencia social. Entre la salud y el dinero no hay común medida. La supremacìa del derecho a la salud y la vida no solo responde a la lógica más elemental sino que es derivación del derecho positivo vigente, desde la Ley general del Ambiente y su Principio Precautorio hasta el mismo artículo 41 de la Constitución Nacional, a cuyo texto nuestros mandatarios han jurado someterse».
Paren de Fumigar. Santa Fe, 5 de octubre del 2012.