El senador Enrico y el ex diputado Real hablaron sobre el transporte interurbano de pasajeros. Uno cargó culpas contra la Nación y el otro reconoció que el gobierno socialista hizo poco desde su asunción.

En su última visita a Firmat, el senador departamental, Lisandro Enrico, fue consultado acerca de su visión sobre la calidad de la prestación del servicio de transporte automotor en nuestra región.

Compartiendo la mesa se encontraba el ex diputado Gabriel Real, actual sub secretario de Asuntos Legislativos, quien también se refirió al tema.

“El problema q ue tenemos en el corredor Rosario- Rufino es de una empresa que tiene una concesión nacional que arranca en Laboulaye, por lo que el poder de policía lo tiene la Nación”.

De este modo, el legislador intentó despegar del problema al gobierno de Antonio Bonfatti.

Sobre la intimación que se hizo puntualmente a la empresa Monticas para que recambie algunas de las unidades, el representante radical, dijo: “la respuesta de comprar 9 unidades nuevas para una empresa que tiene 120 coches no se nota.

Tenemos que analizar en la Provincia otorgar un plazo para que mejoren los servicios y, si esto no ocurre, corresponde que la Provincia convoque a nuevas empresas para que tomen algunos servicios puntuales”.

“Estoy hablando de la posibilidad de incorporar nuevos servicios o quitar el ingreso a una ciudad” subrayó.

Por su parte, Gabriel Real, opinó: “el servicio es muy malo y es verdad que el gobierno del Frente Progresista tampoco pudo con un sistema recurrente de mal servicio donde las concesiones son precarias y donde el único cambio es que antes eran empresas familiares  y ahora se han ampliado”.

“Diciendo que el sistema de transporte está en crisis en toda la Argentina, no vamos a descubrir nada” expresó y acotó: “se espera que con el inicio de las clases mejoren el paupérrimo servicio que prestan”.

El Ente Coordinador de Empresas del Oeste (Arito, Casilda, la Verde, Los Ranqueles, Monticas) es el responsable, desde hace varios años, de  la concesión del tramo que une Laboulaye con Rosario.

Sus coches son usados a diario por cientos de firmatenses que se dirigen hacia pueblos vecinos o hacia los grandes centros urbanos como Rosario, Casilda, Venado Tuerto y Rufino.

Según coincide la mayoría de los usuarios del servicio, la prestación es “pésima” ya que, entre otras cosas, deben sufrir demoras en la salida y llegada de los viajes y  malas condiciones de los coches tales como asientos rotos, falta de calefacción, aire acondicionado y filtración de agua los días de lluvia.