A partir de ahora los presos que cumplan su condena en un domicilio particular serán controlados las 24 horas por el 911. El Ministerio de Seguridad de Santa Fe anunció la puesta en marcha del sistema de tobilleras electrónicas, que en una primera etapa prevé que 50 sean utilizadas en las ciudades de Rosario y Santa Fe.

El “Programa de Asistencia a Personas Bajo Vigilancia Electrónica” comenzará a aplicarse en los casos de prisión domiciliaria. El objetivo es que se utilice esta tecnología con 400 reclusos de toda la provincia. Hasta el momento 30 dispositivos ya están listos para ser usados en Rosario y otros 20 en Ciudad de Santa Fe.

Según informó el Ministerio de Seguridad, los jueces deberán decidir a quiénes se les colocará siguiendo los criterios establecidos en un protocolo acordado por el gobierno provincial con al Colegio de Magistrados de Santa Fe.

En la actualidad estas situaciones se controlan con el servicio post penitenciario y con las fuerzas de seguridad. El ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, afirmó: “Esto nos va a permitir tener un control mucho más exhaustivo, ya que este sistema va a estar asociado a la Central de Monitoreo. Entendemos que una persona que accede a este tipo de arrestos debe ser controlada las 24 horas. Es una cuestión, inclusive, de seguridad pública”.

El convenio que permitió la puesta en marcha de este mecanismo fue firmado por el ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, su par de Justicia y Derechos Humanos, Ricardo Silberstein, y el subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial y Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia de la Nación, Juan Bautista Mahiques.

¿Cómo funciona el sistema?

El dispositivo es una Unidad Transmisora de Radiofrecuencia que se coloca en el tobillo del detenido. El 911 está a cargo del monitoreo las 24 horas, y ante un caso de alerta se contacta por teléfono con el recluso para que informe sobre su situación. El aparato de vigilancia electrónica cuenta con una base similar a un teléfono fijo. En caso de que no responda en un lapso determinado se envía un patrullero al lugar para verificar su presencia en el domicilio.

“Para que una persona se la saque tiene que dañarla y eso emite una notificación”, ejemplificó Armando Faraoni, técnico de la Subsecretaría de Tecnologías y Planeamiento del Ministerio de Seguridad. Y agregó que el sensor también transmite una alerta cuando “no detecta calor humano, lo cual puede suceder cuando la persona se la quita o fallece, y asimismo cuando se aleja de la base fija una distancia mayor a la establecida en un horario no permitido”.

Cada tobillera está configurada según orden judicial y está personalizada con los datos del detenido. Se definen qué días y en qué horarios puede salir esa persona de su casa, como por ejemplo, asistir a una audiencia en Tribunales. Igualmente, antes de su colocación y con la decisión judicial, un equipo técnico y otro psicosocial evaluarán las condiciones para que el detenido acceda al sistema.