Cada vez son más los casos en toda la provincia y el nivel se  incrementó en lugares pequeños dónde el índice de contagios es mayor con respecto a los meses anteriores.

Por su parte, Rosario, que manejó en los primeros tiempos muy bien la situación, está en alerta por la circulación del virus.

Además, el contagio alcanzó a muchos pueblos durante los últimos días y debieron retroceder para evitar una mayor propagación y ello activó el alerta a diferentes líderes políticos respecto a la cantidad de camas disponibles para hacer frente a una realidad que todavía sigue vigente.

Hasta el momento el total de casos registrados y que fueron confirmados en el reporte diario del Ministerio de Salud provincial es de 8.582 sobre un total de 5.589 recuperados y 92 muertes. Por lo tanto, la provincia quedó posicionada dentro del mapa actual en el quinto lugar con mayor cantidad de infectados en lo que va desde que comenzó la pandemia en Argentina.

Días atrás el gobernador Omar Perotti, debido al notable ascenso de la curva, realizó una serie de modificaciones en cuanto a las restricciones de horarios  para el gran Rosario. De esta manera, fijó el cierre de actividades para las 19:30 horas, donde abarca a bares, restaurantes y otros rubros por un plazo de 15 días. Ante la nueva normativa, fueron varios los dueños y responsables de locales gastronómicos que manifestaron su disconformidad y salieron a las calles exigiendo volver a trabajar con los protocolos establecidos.

En síntesis, y a pesar de llevar cinco meses de confinamiento, la realidad actual demostró estar al frente de batalla en unos de los momentos más críticos. Es por ello, que desde el Gobierno pidieron a la ciudadanía extremar aún más las medidas de higiene y distanciamiento social ante una situación compleja y que aún no logró estabilizarse.

Foto: Gobierno de Santa Fe.