San Martín se consagró campeón de la temporada 2015 de la Liga Deportiva Del Sur tras empatar 1 a 1 en su cancha ante Los Andes. El triunfo en el encuentro de ida fue vital para lograr la hazaña frente a su público y dejar atrás los fantasmas de las finales de 2012 y 2013. Juan Manuel Piriz abrió el marcador en el comienzo del partido y las esperanzas para el Lana, pero promediando la primera mitad apareció el héroe de las finales, Leandro Cubre, para desatar la euforia en todo Pavón Arriba. Treinta y nueve años tuvo que esperar el Santo para volver a ser el rey del fútbol regional.
No fue casualidad el título de San Martín, claro que no fue casualidad. Si el Santo de Pavón Arriba salió campeón fue porque lo buscó, porque creyó en sí mismo, porque nunca bajó los brazos en momentos adversos. Inició las esperanzas de volver a colocarse en lo más alto de la Liga Deportiva Deportiva Del Sur allá en 2012 cuando no pudo con el gran equipo de Firmat FBC. Volvió a insistir al año siguiente pero se chocó con el duro Sportivo Bombal y nuevamente se quedó a un paso de la gloria. El año pasado realizó una excelente fase regular quedando segundo por diferencia de goles, sin embargo su sueño se truncó rápidamente con la eliminación en cuartos de final a manos de Argentino.
A pesar de haber sufrido un golpe muy duro en 2014, la dirigencia siguió apostando en el proyecto, mantuvo al entrenador, sostuvo prácticamente el mismo plantel, pulió detalles para ir en busca de la corona. La situación empezó torcida con una primera ronda con apenas 18 puntos y lejos del objetivo de clasificar. Sin embargo se recompuso en la segunda mitad del año, se ubicó segundo en la ronda final y alcanzó el cuarto puesto en la tabla general. Necesitó de esa tan ansiada ‘ventaja deportiva’ para superar en cuartos de final a Blanco y Negro. Golpeó en el encuentro de ida a Independiente y terminó de sellar el pase a la definición con una igualdad en Bigand. Sin prisa pero sin pausa, San Martín logró la tercera final en cuatro años. Claramente no fue casualidad.
Sin dudas que no fue casualidad y bien merecido lo tiene al título de campeón 2015 porque corrigió los errores de las finales anteriores, no se dejó llevar por las circunstancias, golpeó de manera contundente al campeón defensor en su propia cancha y porque tuvo a un iluminado Leandro Cubre, autor de los tres goles de la serie. Hay que ponerse de pie y aplaudir a un club que demostró cuál es el camino a seguir: la seriedad, el compromiso y el trabajo.