Pedido de publicación. Por Gustavo Poeylaut
«Vivimos en una ciudad donde pasan cosas locas. Por ordenanza 1694 y 1707 se crean dos comisiones de seguimiento para las obras públicas del área industrial y de la ciudad, que son las que tienen que controlar que las cosas se hagan bien. Sin embargo la que se controla es la misma empresa que es la que realiza la obra, es como si mandamos a un ladrón a realizar un inventario para saber que cosas faltan en la casa que robó.
Durante la gestión Maximino la mayoría de las obras de asfalto las realizó la misma empresa, obras que se rompen al año, a los 20 días o antes de su inauguración y la pregunta es ¿Por qué siempre la misma empresa?, la ley de obras públicas N° 5188 establece que se debe elegir en una licitación a la empresa mas conveniente, entonces surge otra pregunta ¿Para quién es más conveniente la contratación de esta empresa?, porque indudablemente para los habitante de nuestra ciudad no.
Hace 20 días planteamos que el asfalto del área industrial mostraba a simple vista algunas deficiencias que iban a llevar indefectiblemente a su rápido deterioro. Deterioro que se hace evidente al ver la gramilla crecer en el mismo producto de la falta de compactación y el filtrado de agua.
Hace 20 días pedíamos la intervención de la Universidad Nacional de Rosario y/o una consultora privada para su estudio y la del resto de la ciudad. Hoy estamos estudiando junto a un Estudio Juridíco pedir la intervención de la justicia para aclarar las dudas que se generan en torno a las obras de asfalto en nuestra ciudad.
Por último alertamos a nuestros vecinos ya que las próximas 32 cuadras las va a realizar la misma empresa».