Firmat le ganó 1 a 0 a Argentino con gol de Emiliano Aramburu, y accedió a la final donde jugará con San Martín de Pavón Arriba.

Esta era la revancha. A todo o nada. En la final ya esperaba San Martín de Pavón Arriba, y el lugar era para uno de los dos.

A Firmat dos resultados lo llevaban a la final, mientras que a Argentino sólo le servía ganar. Se preveía un partido con diferentes matices y lo fue.

Gran marco de público para presenciar «el» partido.

Y ya a los 10 segundos el Rojo tenía un amonestado: Avalos por una falta a Scazzina.

Argentino empezó mejor, volcando todo el juego por la derecha con el tándem Di Fulvio- Scazzina. Firmat miraba y esperaba. Y sobre los 15 m. llegó la chance más clara del primer tiempo: Chiabrando rechaza para el centro del área un centro, Bustos la agarra de volea con la izquierda y la pelota pega en el palo, saliendo peligrosamente para adentro, pero Nelson Romero es el que llega primero para despejar.

De a poco, Firmat empezó a controlar el medio con la buena tarea de Calomino y Brucessi.

Sobre los 27 m. Pool robó una pelota en el medio, cedió a Emiliano, y este a García que elevó su remate encima del arco de Iachini. Los nervios empezaron a florecer, y el árbitro Diego Bernini (de muy buen arbitraje) no dudó en calmar los ánimos con tarjetas.

A los 40m. Nelson Romero le comete una falta fuerte a Luciano Romero, que responde con una patada desde el piso, y Bernini amonesta a ambos, decisión que le costó a Argentino quedarse con un jugador menos (el Lobito estaba amonestado por una falta anterior).

Las malas siguieron en la visita, cuando Pool lucha con Pellegrini y el defensor cuevero impacta su codo derecho en la cabeza del volante rojo, y el juez decide la roja directa para Pellegrini. Argentino se quedaba con dos jugadores menos en 5 minutos fatídicos desde lo emocional.

En la segunda parte, Jorge Chiabrando decidió la entrada de Carranza por Bustos y Torelli por Avila, mientras que Firmat siguió igual con la tranquilidad de saber que tenía dos jugadores de más.

El Rojo tomó el control del balón, lo hizo circular y esperaba el momento justo para atacar y buscar el ansiado gol que de tranquilidad. Primero llegó de arriba, con un corner que Pool de cabeza estuvo cerca de marcar. Pero a los 8m. las pulsaciones de los hinchas rojos iban a cambiar.

Arranque de Emi Aramburu desde el medio, Soljan no puede con él, llega al área en velocidad, y remata fuerte y cruzado; la pelota pasa por las piernas de Torelli, Iachini la ve tarde y el gol de Firmat se transformaba en una realidad. Parecía que la historia no iba a cambiar, a pesar de que restaba mucho tiempo todavía.

A los 18 m. el partido sufrió una interrupción de 8 minutos debido al ingreso de un hincha cuevero al campo de juego, por un agujero hecho en el tejido visitante donde estaba el grueso de la hinchada visitante. Bernini reanudó el encuentro cuando tuvo la firme decisión del jefe del operativo de que la seguridad estaba garantizada.

Argentino a partir de ahí intentó con más ganas que fútbol (se notaba demasiado la ausencia de dos jugadores), y solo Scazzina preocupaba a la defensa con sus apariciones por izquierda. Firmat pudo aumentar varias veces: primero Pool entrando solo al área remata desviado, luego Amaya es el que dispara fuerte encontrando las manos de Iachini. El Rojo no aumentó pero tampoco sufrió en su arco. Tenía la posesión de la pelota y dejaba pasar el tiempo mediante el control que tenía en la mitad de cancha.

Vinieron los 9 m. de adicional en los cuales no pasó prácticamente nada, y Firmat terminó celebrando su llegada a una nueva final (la quinta en los últimos siete años). En base principalmente a experiencia y confianza, el Rojo dejó en el camino a su clásico rival y va por un nuevo título.

Párrafo aparte para el final que se preveía venir… y vino. Los jugadores en el campo se saludaron cordialmente, pero en la hinchada de Argentino el mal clima con la policía estalló. Corridas, insultos, agresiones, balas de goma, heridos y el final que nunca queremos ver.

El domingo que viene en Pavón Arriba (seguramente) se jugará la primera final, la cual disputarán San Martín y Firmat.

Dos equipos que sueñan en grande con gritar finalmente campeón.