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Fiebre Hemorrágica en Hughes

La adolescente -una joven de 16 años- se encuentra internada en un nosocomio de la ciudad de Venado Tuerto. Desde el Ministerio de Salud informaron sobre la situación que se vive en el sur provincial.

La adolescente -una joven de 16 años- se encuentra internada en un nosocomio de la ciudad de Venado Tuerto. Desde el Ministerio de Salud informaron sobre la situación que se vive en el sur provincial.

Tras la muerte de un joven oriundo de Labordeboy, en los últimos días, se conocieron algunos casos de Fiebre Hemorrágica Argentina en el sur de la provincia de Santa Fe.

En las últimas horas, se sumó el caso de una adolescente de 16 años, oriunda de la localidad de Hughes, quien se encuentra internada en un efector de la ciudad de Venado Tuerto.

Desde el Ministerio de Salud provincial se sostuvo que “en general, las formas graves de presentación son infrecuentes, observándose casos que evolucionan favorablemente con el tratamiento adecuado”.

El Ministerio de Salud provincial, a través de la Dirección de Protección y Promoción de la Salud, confirmó el fallecimiento de un hombre joven residente en la Región 4 – Nodo Rosario con cuadro probable de Fiebre Hemorrágica Argentina. También hay 2 casos probables que se encuentran graves internados en unidades de cuidado intensivo en Rosario.

Así lo señaló la titular del organismo, Andrea Uboldi, quien precisó que en general “estas formas graves de presentación son infrecuentes, observándose casos que evolucionan favorablemente con el tratamiento adecuado”.

Sobre la enfermedad, también conocida “como mal de los rastrojos”, explicó que “es causada por el virus Junín, que afecta a una región del país que abarca las provincias de Buenos Aires, sur de provincia de Santa Fe, Córdoba y La Pampa” y que “la contraen principalmente las personas que viven, trabajan o visitan el campo o estuvieron en contacto con sitios invadidos por roedores del campo”.

Transmisión

El virus Junín se encuentra en algunas especies de roedores del campo. Estos son pequeños (miden de 6 a 8 cm). Su color es parduzco en el lomo con la panza blanca. Construyen sus nidos en los campo cultivados, en malezas del borde de los alambrados, camino, vías férreas, aguadas de molinos, bordes de ríos, arroyos y banquinas de los caminos que traviesan las localidades. Es muy raro que se los encuentre en la vivienda del hombre, pero invaden los pueblos refugiándose en baldíos, huertas y maleza de los frentes y fondos de la casa.

Estos roedores eliminan continuamente el virus por la saliva y la orina, contaminado en el medio en que viven a partir del cual el hombre se infecta accidentalmente. El virus se encuentra también en la sangre de estos animales. Por lo tanto, cuando las máquinas agrícolas matan a estos animales, se contamina con su sangre infectada.

Al respecto, Uboldi puntualizó que el hombre “se enferma al estar en contacto con el medio ambiente contaminado. El virus Junín penetra en el organismo a través de pequeñas heridas en la piel, por la boca, la nariz y los ojos. Aunque la enfermedad puede producirse en cualquier época del año, el peligro es mayor en otoño, porque es la estación donde aumenta el número de lauchas que hay en el campo”.

Síntomas

El nombre de Fiebre Hemorrágica Argentina (F.H.A.) se debe a que la enfermedad presenta entre otros síntomas característicos: fiebre y una tendencia a las hemorragias que generalmente son muy leves. Sólo en algunos pocos casos y en enfermos muy graves se producen hemorragias severas. La calificación de «argentina» obedece a que la enfermedad se produce únicamente en nuestro país. Los síntomas que presenta la fiebre hemorrágica se inician con cuadro de fiebre, decaimiento y dolor de cabeza. Luego pueden presentarse dolores musculares, de articulaciones, detrás de los ojos, mareos, náuseas y vómitos.

Por ello, enfatizó Uboldi, ante la aparición de cualquiera de estos síntomas “es importante consultar al médico ya que existe un tratamiento que, si se administra a tiempo, aumenta las posibilidades de curar la enfermedad”.

Existe un tratamiento que si se administra tempranamente aumenta las posibilidades de curar la enfermedad. El tratamiento se hace con plasma de convalecientes, es decir, de las personas que se han curado de la Fiebre Hemorrágica Argentina. Se ha comprobado que cuando los enfermos son tratados durante los primeros 8 días la mortalidad es menor a 1 por ciento. En cambio si el tratamiento se demora la mortalidad se eleva al 30 por ciento.

La única forma de obtener plasma de convalecientes es mediante la colaboración de las personas que habiéndose curado, donan su plasma. En ese sentido, desde la cartera sanitaria, se sostuvo que la persona que tuvo Fiebre Hemorrágica Argentina puede formar parte de una cadena solidaria donando su plasma y posibilitando que otros también puedan tratarse.

Prevención

La principal forma de prevenir la Fiebre Hemorrágica Argentina es mediante la vacunación –a través de la vacuna a virus Junín vivo atenuado Candid 1– altamente eficaz, que se encuentra en el calendario oficial de las cuatro provincias y está disponible en los efectores dispuestos por el Ministerio de Salud.

Deben vacunarse aquellas personas que “residan o desarrollen actividades en las 4 provincias del área endémica de Fiebre Hemorrágica Argentina, comprendiendo a hombres y mujeres mayores de 15 años de edad hasta 65 años y que no hayan recibido vacuna Candid 1 anteriormente.

No pueden vacunarse: mujeres embarazadas o amamantando, personas con cuadros agudos o crónicos descompensados, quienes estén recibiendo corticoides sistémicos o presentar cuadros de inmunosupresión congénitos o adquiridos.

Como condición se requiere que no deben haber recibido otras vacunas cualquiera sea, en el mes previo, ni recibirlas en el mes posterior a recibir Candid 1. Se aseguró que las dosis “están disponibles en los efectores del sur provincial”.

En relación a otras formas de prevención, se destaca la importancia de realizar una higiene cuidadosa, principalmente de las manos y cambio de ropas, cada vez que se hayan frecuentado zonas con roedores.

En la vivienda rural: mantener el pasto corto por lo menos a 30 metros de la vivienda para evitar que los roedores se acerquen a ella, utilizar recipientes cerrados para almacenar granos, alimentos para animales, para la basura y desperdicio, mantener limpios los galpones, tinglados y sitios donde se guardan las máquinas u otros implementos y realizar control de roedores periódicamente usando rodenticida (veneno para roedores) y colocando trampas, tratar de mantener tapados los agujeros de viviendas y galpones para que no puedan entrar las lauchas, hacer la huerta lejos de la casa para evitar que los roedores que puedan haber en ellas, se acerquen a la vivienda y mantenerla desmalezada.

En los pueblos y ciudades: mantener desmalezados las vías del ferrocarril, los terrenos baldíos, los fondos de las viviendas y los jardines de las mismas, impidiendo que los roedores encuentren refugios en los pueblos. Si no se desmalezó durante la primavera y veranos, durante el otoño es preferible primero utilizar veneno contra roedores y recién después proceder al desmalezamiento. Es importante también mantener la higiene de las calles y veredas y no acumular basura que pueda promover el acercamiento de roedores.

Finalmente, la cartera sanitaria santafesina destacó que “entre todos podemos contribuir a controlar la Fiebre Hemorrágica Argentina”, por lo que la persona que “vive o trabaja en zona de riesgo debe vacunarse, es una sola vez en la vida”, si “presenta cuadro febril debe consultar inmediatamente” y si “padeció la enfermedad debe colaborar donando sangre para obtener tratamientos para otros enfermos».

photo credit: Carlos Reusser Monsalvez via photopin cc

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Redaccion
Redacción de Firmat24
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