Finalmente, el senador provincial Lisandro Enrico, y el titular de la Confederación General del Trabajo regional Venado Tuerto, Jorge Sóla, se entrevistaron a comienzos de semana para analizar el proyecto de la nueva Alcaidía de Melincué.

Durante la reunión, de la que también participó el diputado provincial, Oscar Pieroni, el gremio ratificó su postura de no avalar la construcción de una cárcel, pero si aclararon que acompañarán el traslado y posterior edificación del actual alojamiento de detenidos para General López.

Enrico, dijo primeramente que el encuentro surgió para que juntos -tanto el gremio como la Senaduría-, “encontremos una salida común. Estamos ante un problema edilicio insostenible de la Alcaidía de Melincué. Y lo que debemos hacer es tratar de solucionarlo trabajando en conjunto”.

El legislador, valoró que la CGT deje en claro su postura, donde apoyan una nueva Alcaidía pero no una cárcel: “Ellos quieren que haya un eje entre la policía, la política y lo social, con el fin de bajar el índice de intranquilidad”, manifestó.

Además, el senador volvió a ratificar que el proyecto cuenta con el aval del gobernador, Miguel Lifschitz; el Ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro; el presidente comunal de Melincué, Gabriel Rébora; el Consejo de Seguridad Regional; el Colegio de Jueces; instituciones; y en la actualidad hay un recurso de amparo presentado por la Defensoría regional debido a las condiciones de encierro que no permiten ningún tipo de resociabilización de los presos.

“Son 60 millones de pesos los que se van a invertir para comenzar con la edificación de este nuevo sitio, que dicho sea de paso, va a generar 120 nuevas fuentes de trabajo para la región. No olvidemos que la actual Alcaidía tiene más de 80 años y que en su momento fue pensada para 40 personas. Hoy en día esa población carcelaria, se triplicó y las condiciones de hacinamiento son peligrosas”, agregó.

En este orden, Enrico le dejó en claro a Sola que la Nueva Alcaidía, además de estar fuera del centro del pueblo, ya no va a estar en manos de la policía común sino que dependerá de los agentes de la Policía Penitenciaria que están preparados para la atención y la custodia de las cárceles. Y rememoró: “Ser la cabecera implica que allí se encuentren algunos juzgados, que sea la sede de la jefatura de Policía y también que sea la sede de la actual Alcaidía. Por lo tanto es el lugar donde debe seguir estando”, amplió Enrico.