Atenas le ahogó el grito de campeón a Firmat FBC el viernes por la noche y lo venció, en el tercer juego de la serie, por 66 a 61. El conjunto venadense tenía la obligación de ganar como local para estirar la definición y seguir con chances de quedarse con el título. Consiguió el objetivo tras un partido peleado y muy parejo. El Rojo luchó hasta el final pero decidió mal en las últimas acciones del encuentro, situaciones que permitieron al Griego asegurarse la victoria.

El objetivo de los dirigidos por Manuel Sánchez era llevar el juego parejo hasta cerca del cierre para trasladarle la presión a los locales de cerrar el partido a su favor. Firmat FBC aventajaba en la serie a Atenas 2 a 0 y con un triunfo más se hacía dueño del título. El encuentro no dio respiro, fue palo por palo, nadie regaló nada. El primer tiempo dio muestras de la gran cantidad de impresiciones y del peso por lo que se jugaban ambos equipos: 34 a 31 se fue al frente Atenas.

La premisa firmatense volvió a cumplirse en la segunda mitad porque el marcador no se despegó de los 5 o 7 puntos de diferencia. Sin embargo, los locales supieron manejar mejor las ansias, estuvieron más frescos a la hora de cerrar las jugadas claves y provocaron errores poco habituales en el experimentado equipo de Firmat FBC. Finalmente, Atenas se sacó la mochila de encima y pudo quedarse con el tercer partido de la serie final por 66 a 61.

El Rojo sigue mandando, pero ahora 2 a 1. Mañana, nuevamente en Venado Tuerto, será el turno del cuarto juego. Si Firmat FBC gana volverá a levantar la copa luego de siete años; si el vencedor es Atenas, la serie se trasladará a Firmat el día siguiente.