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Unidos por un mismo derecho

Los integrantes del Gabinete Joven -con la colaboración de las juventudes kirchnerista y socialista- elaboraron un documento en el que plantean su posición ante el proyecto de voto a los 16 años. Jóvenes unidos por un mismo derecho «Uno de los principales debates de la actualidad tiene que ver con el voto joven. La medida…

jovenes en la plaza

Los integrantes del Gabinete Joven -con la colaboración de las juventudes kirchnerista y socialista- elaboraron un documento en el que plantean su posición ante el proyecto de voto a los 16 años.

Jóvenes unidos por un mismo derecho

«Uno de los principales debates de la actualidad tiene que ver con el voto joven. La medida amplía de manera optativa el sufragio a partir de los 16 años y les otorga un derecho fundamental a los jóvenes que no sólo quieren militar sus ideales, sino también elegir a sus representantes. Como toda nueva propuesta política, trae voces a favor y en contra. Quienes están en descuerdo aluden motivos tales como: especulación política del oficialismo nacional para acaparar más votos a través de este grupo, contraponer un derecho con una responsabilidad penal y por último dudar de la idoneidad considerándolos no aptos para escoger a un presidente.

Desde nuestro lugar, signado por creer que los jóvenes tenemos la capacidad para pensar y hacer políticas, intentaremos mostrarle a aquellos que adhieren con algunos de esos motivos cuáles son los puntos que no están viendo:

Si realizamos el trabajo de mirar las noticias más importantes de estos días, nos percataremos que en Capital Federal ya son más de 40 los colegios secundarios públicos que están tomados, analicemos estas dos cuestiones:

Primero observemos que son jóvenes menores de 18 años quienes estimulan, participan y dirigen estas acciones; es decir, si a los 16 años se tiene la capacidad para pensar cuál es la educación que desean –educación libre, gratuita, formadora y con mayor presupuesto- ¿cómo no van a tener aptitud para escoger a un líder político encargado de direccionar el rumbo del país al cual ellos pertenecen?

Segundo: estos alumnos tienen muy claro cómo construir un país, cuáles deberían ser los valores y principios que tendrían que sostenernos como Nación. Entonces, ¿será que los que están en contra tienen miedo que la juventud revolucionaria y combativa elijan un presidente opositor a la ideolología conservadora que intentan promover? ¿Temen que lo jóvenes que por su naturaleza luchadora por la equidad, gratuidad de la educación e igualdad de oportunidades tiren por la borda su intención empresarial de comandar al país?

A quienes dicen que si los jóvenes están habilitados para votar también deberían estarlo para cumplir condenas penales, permítasenos marcarles algo: Creemos que la visibilidad de grupos negados por una sociedad debe pasar primero por brindarles derechos; sostenemos que en la mayoría de los casos la delincuencia en manos de jóvenes está provocada por la exclusión a la cual están sometidos desde generaciones, determinada principalmente por el no reconocimiento como parte integrante de una Nación, negación que está en manos tanto de los gobiernos como de los habitantes. ¿No creen que darle voz a un grupo históricamente segregado no es una manera de hacerlos visibles, de darles un lugar, de pasar a ser partícipes concretos del crecimiento y desarrollo de Argentina? Por otro lado, ¿son comparables las dimensiones del derecho a votar con la responsabilidad de ser encarcelados; es decir podemos ponerlos en la misma balanza como situaciones equivalentes?

Otro punto ha a analizar es el de la especulación política. Bajo ningún concepto podemos desechar una excelente idea simplemente porque supongamos que el gobierno nacional lo hace para perpetuarse en el poder ¿Acaso los otros partidos no están en las mismas condiciones, o será que se creen incapaces de cautivar a este electorado?

Es importante entender, que como todo proyecto, siempre es perfectible, debemos analizar otras cuestiones como por ejemplo: la formación cívica de los adolescentes para comprender la magnitud de ese acto –aunque muchos de los mayores de 18 también deberían recibir la misma formación. Estimular la participación ciudadana para que todos consideremos el ir a votar como un derecho y no una obligación. Incentivar a que en todas las escuelas públicas existan Centros de Estudiantes, que en las mesas gubernamentales pueda sentarse un joven para debatir y proponer, son instancias que potencian la capacidad constructiva de los jóvenes. Más allá de la norma, lo que se pone en juego es otra forma de medir el aporte que la juventud tiene para darle a la democracia. ¿Qué es la juventud hoy? ¿Cómo ven la política y la historia estos jóvenes nacidos a mediados de los ’90?

Pero lo más importante es que como sociedad comencemos a darle lugar al otro, al diferente, tengamos el valor de permitirles a grupos olvidados, alzarse y expresarse, porque a una Nación la conformamos todos: las mayorías y las minorías».

Gabinete Joven Firmat (con la colaboración de la Juventud Kirchnerista y socialista) 

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